El 2013 fue un año importante para el cine peruano pues trajo abajo el mito de que las películas nacionales serían inevitablemente, salvo contadas casos, mal acogidas por el público y difícilmente serían taquilleras, por lo que el 2014 era una prueba de si aquel éxito cosechado por algunos filmes podía replicarse, y no significar algo aislado.  El año que acaba de pasar mostró esa tendencia creciente de estrenos (17 en total siendo récord histórico) que en su mayoría buscan captar grandes cantidades de espectadores utilizando los mismos géneros que ya habían funcionado como la comedia (Asu Mare) y el terror (Cementerio General), y algunos lo consiguieron, pero, lamentablemente a costa de repetir también la mala factura e incluso de peor manera. Hubo también una mayor repartición de la audiencia, y no uno solo que captara casi todo, siendo nueve filmes los que superaron los 100 mil asistentes.

El nivel general de los estrenos peruanos en cartelera comercial sigue la tendencia de los últimos años, es decir, con la mayoría de películas rondando entre lo malo y lo peor, con algunas excepciones apenas arañando un trabajo que en el global pueda considerarse al menos aceptable-bueno. Al parecer, como ya viene pasando desde hace unos años, el mejor cine peruano se encuentra hoy en día en los festivales de cine, ya sea experimental, documental, ficción o cortometrajes, la crítica se vuelca en resaltar los trabajos que tienen poca notoriedad y que fuera de esas proyecciones apenas y vuelven a tener alguna en centros culturales hasta que luego de pasado un buen tiempo (uno o dos años) quizás puedan encontrarse en internet. Por su concepción de trabajos de autor alejados del interés del público en general y la falta de financiación, es casi imposible que puedan hacerse un lugar dentro de la cartelera comercial, por lo que la mayoría de esas obras se mantendrá en un círculo cerrado. No he podido ver alguno realizado este año, pero considero oportuno mencionar las que han recibido muy buenas críticas y que busco cuanto antes poder apreciar: Solo te puedo mostrar el color de Fernando Vílchez, Microbús de Alejandro Small, 5 de Eduardo Quispe y Mecanismo velador de Diego Vizcarra.

La siguiente lista ha sido armada solo tomando en consideración diez películas peruanas que pude ver de las 17 que fueron estrenadas en cartelera comercial durante el 2014.  

10. F-27 de Willy Combe, 2014

Hay veces donde me pregunto si llegaré a encontrar algo que verdaderamente considere como una obra maestra a la cuál con justicia pueda otorgarle un 10/10 y otras veces me pregunto si encontraré algo que pueda merecer el 0/10. Esta es de aquellas que me hace entender que por más mala que sea una película va a costar llegar a ese extremo inferior. Mal en todo, de las peores películas que he visto.

Tuve una cierta dificultad para diferenciar las cinco películas siguientes, al final terminaron consiguiendo sus lugares solo por diferencias mínimas.

9. Japy Ending de Ani Alva, Jesús Alvarez Betancourt, Hugo Shinki, John Mayta, Fernando Ruíz Odría y Sandro Ventura, 2014

Nace con una premisa interesante sobre la inminente llegada del fin del mundo, mostrando a diferentes personas en Lima en historias paralelas lidiando cada uno a su manera las últimas horas que quedan antes de la tragedia. El problema es que son situaciones que desaprovechan la idea inicial cayendo a veces en malas actuaciones, incoherencias, carencia de profundidad y una total falta de complemento al cada relato ir por su lado sin una mejor relación.

8. A los 40 de Bruno Ascenzo, 2014

La apuesta que deseaba replicar lo conseguido por Asu Mare el año pasado arrasando en la taquilla peruana, con un contenido estrictamente elaborado para conseguirlo, además de una gran campaña publicitaria detrás. El resultado es satisfactorio en el sentido de que Tondero pudo por segundo año consecutivo situar a una de sus películas como la peruana más taquillera del año gracias a que le bastó ser una comedia facilista con algunos rostros conocidos, a la vez que con ello también cayendo nuevamente en un descuidado trabajo en guion, aunque si bien no acusa de muchos errores técnicos como otras que se encuentran más adelante, tampoco destaca en ello.

7. Gloria del Pacífico de Juan Carlos Oganes, 2014

Hay una gran ambición detrás de la realización de este filme que intenta abarcar el sentimiento de patriotismo que sale a flote cuando se toca uno de los eventos más importantes en el devenir de la historia republicana del Perú como es la guerra con Chile. Hay una clara intención de enarbolar ese sentimiento a través del relato de los heroicos combatientes de Arica que no huyeron por más de que la batalla se anunciaba como una aplastante victoria chilena, algo que se llega a conseguir en algunos pasajes. Sin embargo, la ejecución es fallida con un mar de errores y descuidos de gran consideración en sonido, edición e iluminación, así como una poco destacable ambientación, diseño artístico, vestuario y efectos.

6. Viaje a Tombuctú de Rossana Díaz Costa, 2013

La intención inicial es innegablemente buena y consigue mostrarlo con fuerza en situaciones puntuales en la niñez de los protagonistas, así como luego en el clímax en el bus que es revisado por los militares que es potenciada con actuaciones excepcionales, así como momentos posteriores en el desenlace. Esas muestras deberían ser prueba suficiente para creer que hay capacidad para elaborar proyectos superiores al mostrado, pues lamentablemente, fuera de lo mencionado la película cae constantemente en errores de edición, de sonido, animación, junto con las peores actuaciones de esta lista de personajes principales y secundarios, además de un historia no tan cohesionada e inverosímil.

5. Viejos Amigos de Fernando Villarán, 2014

Bien recibida en las salas, casi destruida con unanimidad por la crítica. Que posea este lugar puede hablar de mi falta de criterio para valorar, el ya vago recuerdo que tengo de esta película que vi hace medio año o sencillamente la muestra del paupérrimo nivel de las películas estrenadas. Cual sea el caso, me parece un poco exagerado los comentarios en contra, porque es cierto que cae en bromas que juegan con el estereotipo de los ancianos, no hay una dirección clara hacia donde apunta el guion por tener situaciones que van ocurriendo sin estar enlazadas y se dejan cabos sueltos, no obstante, no tiene graves errores técnicos, tiene una buena música, por momentos se transmite bien esa sensación de camaradería (la toma lenta sobre el estadio), las actuaciones están bien y algunas bromas son graciosas, siendo todo ello suficiente para situarse en este lugar.

A partir de aquí hay una brecha que separa las cuatro siguientes que considero incuestionablemente las mejores.

4. El vientre de Daniel Rodríguez, 2014

Fui creyendo que vería un bodrio total y estaba bastante alejado de ello, poco a poco la película me fue sorprendiendo al crear ese ambiente oscuro y perturbador gracias a la fotografía y a un logrado diseño de arte que transmiten esa tensión que se va acrecentando entre la obsesionada antagonista y su víctima. Pero el argumento no alza mayor vuelo y queda como un simple conflicto por hacer caer en un retorcido plan a la protagonista y contraponiéndose el intento de huir de esa situación que funciona hasta cierto punto pues adolece de un desarrollo de más aristas de las que se tocan y que podrían permitir mejores motivaciones por parte de los personajes y con ello mayor contenido.

3. Perro Guardián de Bacha Caravedo y Daniel Higashionna, 2014

Es enormemente destacable la factura técnica que tiene, muy bien pulida, algo que es poco común y que le basta para diferenciarse con claridad de la gran mayoría de películas peruanas que encuentran difícil redondear un trabajo sin errores evidentes. Además, hay acertadas actuaciones en general, incluyendo la de Carlos Alcántara, siendo la de Reynaldo Arenas la que se impone más.  Sin embargo, es en el argumento donde se encuentran sus mayores flaquezas al ser bastante superficial, no ahondando más y mejor en la mente trastornada del protagonista, lo cual termina haciendo, aunque entendible, muy desigual la comparación que surgió con Días de Santiago (2004) de Josué Díaz que se encuentra entre lo mejor del cine peruano.  

Finalmente, son dos filmes los que sacaron una no enorme, pero sí visible diferencia con el resto, inscribiéndose dentro de lo mejor de la ficción cinematográfica peruana de los últimos años.

2. El mudo de Daniel Vega y Diego Vega, 2013

El segundo filme de los hermanos Vega, sin duda, se convierte en su mejor largo por encima de su buen debut Octubre (2010), reafirmando el gran manejo del humor negro, de nuevo acercándose a realidades populares de Lima, donde pasan eventos singulares que giran en torno a ese mundo. En este particular caso se usa muy bien la desprestigiada imagen del poder judicial en contraposición del probo protagonista, que es bien interpretado por Fernando Bacilio (ganador a mejor actor en el festival de Locarno), que parece no encajar en donde se encuentra, se muestra reflexivo e incluso distante con su realidad, ya sea familiar o laboral (que es resaltado gracias a las tomas largas y carentes de movimiento) y todo ello antes de sufrir el accidente que le dañará las cuerdas vocales, acentuando algo que ya era parte de sí mismo, además, sin explicación alguna ve cómo es enviado a ser juez en un lugar alejado como Mala. Es decir, a pesar de su intachable hacer profesional, ve cómo va hundiéndose, siendo su correcto actuar en verdad la razón de sus desgracias en ese lugar corroído en el que se encuentra, que se siente en el aspecto de esa Lima del centro y en el poder judicial, donde evidentemente no encaja con sus pares corruptos. Los toques de comedia permiten reírse sobre esta realidad cotidiana y carente de valores, remarcando esa triste resignación, siendo sensaciones que son apoyadas por una destacada música, que llega a evidenciarse con gran factura en el cierre de la película cuando frente a la hipocresía de un evento social, el protagonista reafirma el solitario lugar que le corresponde por continuar firme en sus ideales. Es el filme más regular de esta lista.

1. El elefante desaparecido de Javier Fuentes-León, 2014

El segundo largometraje de Fuentes-León se esperaba con grandes expectativas tras su buena ópera prima y si bien en el momento se discutió de que bien podía ser la mejor película peruana no solo de los últimos años, sino que incluso más de uno se aventuró a afirmar que de la historia, a la vez que otros llegaron a sentirse decepcionados, a veces aceptando su calidad pero considerando un resultado menor de lo que esperaban y otros considerándola regular o intrascendente.

El filme inicia mostrando a un hombre afligido por la desaparición de su pareja hace ya varios años atrás, encontrándose imposibilitado de superarla, aferrándose cuanto puede de su recuerdo y la gran incógnita sobre su paradero. Esa búsqueda de la verdad, de lo real, se va tornando en un thriller que decae por momentos al no ser verídicas algunas situaciones y caer en situaciones comunes, que sin embargo encuentran alguna, no completa, explicación de ser hacia el final, donde la realidad y la ficción se mimetizan desarrollando la idea de la obra como una creación en respuesta a la realidad que le es disconforme al artista y que incluso puede servir para que este mismo pueda hallar las respuestas que tanto atormentan. Acompañando el ingenioso planteamiento argumental se encuentra un aspecto visual destacadísimo, sugerente y que acompaña de enorme manera diferentes momentos en la narración, al igual que lo hace la música, a pesar que por momentos parece repetitiva.  

El elefante desaparecido es una buena película que sería injusto menospreciar, a la vez que lo sería considerarlo de lo mejor de las últimas décadas, pero que sí merece un lugar entre lo más destacable del cine peruano no solo del 2014, sino de los últimos años, en la que es el mejor trabajo que ha realizado su autor, incluso por encima de la muy bien recibida Contracorriente (2009).

2015

Para el 2015 se espera continúe esa tendencia creciente de estrenos con películas de género apuntando a cosechar éxitos taquilleros antes que a un trabajo bien elaborado como Asu Mare 2 y Cementerio General 2. Además, por el momento, se destacan los estrenos confirmados de NN de Héctor Gálvez y sobre todo, de Magallanes de Salvador del Solar, pero fuera de la cartelera se espera a Solos de Joanna Lombardi que estará en el Festival de Rotterdam, acompañada de NN y también de la película peruana del 2015 con mayor expectativa entre críticos en este momento; Videofilia de Juan Daniel F. Molero. Sin duda con el paso de los meses irán apareciendo nuevos trabajos que ya sea encuentren un lugar en el circuito comercial o no, puedan colaborar en el crecimiento del cine peruano. Por mi parte haré un gran esfuerzo para que la lista del 2015 no se reduzca a solamente estrenos dentro de la cartelera como en las listas 2013 y en 2014 sino que incluya a trabajos nacionales mostrados en festivales de manera que la lista anual muestre verdaderamente lo mejor que se está haciendo no solo de ficción y largometrajes, sino en el cine peruano en general.